Talento
y motivación son dos conceptos íntimamente ligados puesto que el
primero de poco o nada serviría si no se complementa con el segundo.
Un empleado con talento puede ser tanto o menos productivo que uno
sin apenas este atributo si no lo nutrimos con un correcto plan
motivacional que lo involucre con la mentalidad y objetivos
estratégicos corporativos.
“¿Conoces
los ejercicios de integración laboral y motivación “roulette”?
Te los presentamos porque hoy puede ser el día perfecto para empezar
a aplicarlos en tu empresa para motivar a tus trabajadores y
despertar su talento”
Los
modos motivacionales “roulette”
aparentemente son un método divertido de cambiar hábitos laborales
pero que afectan a los trabajadores y empleados involucrados de una
forma más profunda de lo que inicialmente puede aparentar, siendo en
la mayoría de casos muy efectivos en relación a la retención
del talento. Hablaremos de dos posibles ejemplos, los desayunos y
mesas “roulette”
(o rotatorios):
- Lunch Roulette (Rueda de almuerzos)
Este
ejercicio fue utilizado por Kungsleden por primera vez, una empresa
sueca con unos niveles de motivación muy pobres que buscó una
alternativa original para involucrarles en el trabajo y estrechar los
lazos laborales entre sus empleados.
La
rueda de almuerzos consiste en que las personas de la empresa que
están dispuestas a participar en esta actividad, se inscriben
voluntariamente para ir a comer con un compañero que se elegirá de
forma aleatoria. Podría ser el compañero con el que siempre vas,
pero lo más normal es que te toque con algún empleado con el que
nunca habías siquiera cruzado nada salvo los “buenos días” o
incluso con su jefe de departamento. Es una excelente forma de
conocer gente, romper la rutina, iniciar nuevas amistades o grupos de
interés entre otras muchas nuevas situaciones. En definitiva, una
forma de hacer que los empleados se sientan más integrados en la
empresa y sus trabajadores, que en gran parte darán sentido a sus
horas laborales puesto que a niveles variantes todos tienen una
necesidad básica de socialización.
El
hecho que sea voluntario, además, no provoca rechazo entre los
empleados, siendo esta una actividad que a buen seguro irá ganando
adeptos y curiosos desde el momento en que tu empresa la implante, ya
sea de forma mensual, semanal o incluso diaria.
Kungsleden
pasó de ser una empresa con trabajadores desmotivados a estar
recomendada por el 91% de sus empleados como la empresa ideal en la
que trabajar. Seguro que Kungsleden, como tu empresa, tiene grandes
talentos no latentes que, en aplicar actividades como esta, habrán
incrementado su vínculo que les une a la empresa y, como
contrapartida, su capacidad laboral y valor como activo corporativo.
- Table Roulette
La
traducción de este ejercicio es algo menos directa, pero igualmente
muy fácil de entender. Consiste en hacer del lugar de trabajo un
espacio más humano y natural, de forma que se evitan rutinas y otro
tipo de frustraciones.
Cada
vez necesitamos menos pertenencias para trabajar (con un portátil o
incluso menos a través del cloud computing) con lo que se facilita
en gran medida la aplicación de esta dinámica. A través de ella,
todos los empleados deberán cambiar de lugar de trabajo dos veces al
mes aproximadamente. Lo más curioso de este método es que, además
los jefes también están incluidos en la dinámica.
Todos
recordamos las sensaciones que se despertaban en nosotros cada vez
que, cuando éramos niños, la profesora cambiaba aleatoriamente a
todos de sitio para separarnos de nuestros mejores amigos. Este
ejercicio nos hacía estar más activos en clase, obligaba a
socializarnos con gente con la que no hablábamos habitualmente y
rompía por completo nuestra rutina en clase. De una forma semejante,
estos conceptos se pueden aplicar a la “table
roulette”, provocando nuevamente una mayor
integración del trabajador en la empresa, un incremento de la
satisfacción laboral y, como hecho más importante, su deseo de
permanecer en ella y seguir creciendo a través de un plan de carrera
profesional paralelo con el que debemos complementar todas estas
iniciativas motivacionales. Solo de esta forma, estaremos reteniendo
el talento que ya posee nuestra empresa y que, con los años, se
convertirá en el eje estratégico corporativo.